Bares son punto de encuentro de estudiantes
Locales con muy poca publicidad en el exterior, pero que cada día se llenan de jóvenes, quienes se reúnen buscando música, alcohol y un ambiente grato.
El barrio universitario, no esta sólo lleno de universidades e institutos profesionales, sino además de bares. Incluso se puede divisar una discoteca –Rapa Nui- que funciona de día, bares sin ningún tipo de publicidad en el exterior, lugares casi “clandestinos” que son conocidos sólo por algunos.

Desde afuera sólo se divisa como una casa común y corriente ubicada en Echaurren, pero es mucho más que eso. Es el punto de encuentro de algunos universitarios, que en sus momentos libres se reúnen ante una cerveza y buena música... Hasta hace un par de meses el lugar sólo era conocido por algunos, ya que estaba tan oculto, que no tenía más que una pequeña pizarra en la entrada, sin embargo, ahora ya posee un letrero luminoso en la parte superior de la entrada que lo identifica como “Club Social”.
Para entrar hay que hacerlo por un pasillo largo de una casa medianamente antigua, en la que se logran ver algunos sillones, la cocina y el baño. Un pequeño bar ha sido instalado artesanal y manualmente en el lugar de la cocina; en donde uno pensaría que está el living y comedor, se pueden ver las mesas y sillas absolutamente llenas de gente, quienes conversan ( gritan ), ríen e incluso bailan, aprovechando la música y los videos musicales que se reproducen en el wurlitzer.
El ambiente es bastante relajado, las conversaciones de amigos y compañeros de clases, muy amenas y alegres. El lugar se encuentra lleno de gente, y son sólo las ocho de la tarde. A medida que avanza la hora, de igual manera avanzan las cervezas en las mesas, en donde no se vende ningún otro tipo de alcohol.
Son más de las diez y aunque alguna gente se va rotando en las mesas, hay varios que se encuentran allí desde muy temprano y no se ve las ganas de irse. Gente se saluda y se reencuentran después de mucho tiempo. Se saludan, se presentan y la mesa que era de cinco, se transforma en una para diez. Son cerca de las doce de la noche, claramente las clases vespertinas concluyeron hace más de una hora, pero los jóvenes continúan llegando e intentan hacerse espacio entre las mesas, se ubican en los sillones y el pasillo. Algunos de quienes se retiran del lugar, lo hacen tambaleándose, claramente “arriba de la pelota”.
Los locales están abiertos durante la semana desde temprano, y permanecen abiertos más allá de la medianoche. En muchos no cobran entrada, sin embargo, se debe consumir por lo menos, una cerveza. Los valores son bastante bajos, por lo que los estudiantes no tienen mayor problema en comprar una “chela en luca”.