07 diciembre 2005

Reportaje Modelo Económico

El nuevo debate nacional, a menos de un mes de las elecciones

Cambios al modelo económico, ¿la solución para la desigualdad?

Muchos han planteado la idea de que al corregirlo, el problema de la desigualdad bajaría su impacto. Pero, ¿es el modelo el culpable de esta desigualdad? Y ¿cuales son las correcciones que se le deben hacer?.

“Es urgente hacer reformas y corregir el modelo” afirmó Felipe Lamarca, ex presidente de la SOFOFA y presidente de las Empresas Copec, durante una entrevista al diario La Tercera. Además asoció el tema de la desigualdad y de la corrección del modelo económico, por el cuál comenzó el debate entre empresarios y políticos, para ver si ésta era la solución para la gran desigualdad que existe en el país. Ante esto, el economista chileno Sebastián Edwards respondió – al mismo medio - qué el modelo no hay que corregirlo, sino más bien “ampliarlo”. Pero ¿cuáles son los cambios que se le deben realizar al modelo?. Para ello, hay que entender cuándo, cómo y porqué se llegó a utilizar este modelo neoliberal y cuáles son las objeciones y modificaciones que se proponen realizarle. Los Chicago Boys y su modelo en Chile





El Neoliberalismo, se puede entender como una ideología que promueve el libre mercado, la apertura al exterior, el buen manejo de políticas macroeconómicas y un limitado rol por parte del Estado. En Chile, este modelo penetra en el año 1956, cuando la Universidad Católica firma un convenio con la Universidad de Chicago para que sus alumnos y los de la Universidad de Chile, tengan la posibilidad de ir becados a realizar un postgrado en Economía. En ese entonces, uno de los profesores en Chicago era Milton Friedman, impulsor de las ideas libertarias y propiedad privada. Años más tarde, quienes regresaron de su postgrado se encargaron de dictar cursos de economía en la Universidad Católica. Para las elecciones presidenciales de 1969, el grupo de economía se encargó del programa económico del candidato Jorge Alessandri, pero como resultó elegido Salvador Allende, el grupo prosiguió en sus labores de docencia. Sin embargo, tres años después del Golpe Militar, se reelaboraría el programa económico con el grupo de economistas, más otros participantes, quedando como resultado el “Programa de Desarrollo Económico para Chile”. Este programa fue más conocido como “El Ladrillo” y quienes lo elaboraron ( Sergio de Castro, con la colaboración de Pablo Barahona, Álvaro Bardón, entre otros ) como los Chicago Boys. Entre las principales reformas que se realizaron destacan: Reducir el gasto fiscal y los impuestos, liberalizar los mercados, privatizar la mayoría de las empresas estatales y parcialmente el sistema de seguridad social, educación y salud. La aplicación de estas reformas liberales se ejecutaron en dos fases: 1974-1981 y 1985-1989. Durante la primera fase se orientó en reducir el déficit, disminuyendo el gasto del sector público y haciéndolo más eficiente. Por ello, más de 500 empresas fueron traspasadas a manos privadas, aunque antes de comenzar la privatización, fueron devueltas las expropiadas durante la Unidad Popular. “El déficit de las empresas públicas, incluyendo estatizadas y usurpadas, era casi el doble del déficit fiscal” afirmó Sergio de Castro cuando se le ha consultado sobre la privatización de las empresas del Estado. El programa económico comenzó a mostrar resultados favorables a fines de 1975, el PIB creció al 6,7% anual, las exportaciones a un 10,7% y la inflación bajó de 369,5% en 1974 a un 9,5% en 1981. Los salarios reales aumentaron y la deuda externa bajó, sin embargo, el endeudamiento privado se elevó. Con ello, además se flexibilizaron las restricciones al ingreso de créditos extranjeros y el tipo de cambio se mantuvo en $39. Si bien el modelo comenzaba a dar frutos bastante buenos, durante 1981 se produjo la llamada “crisis de la deuda”, con lo cual la economía chilena se vio ante un alza de las tasas de interés internacionales y una caída en el precio de intercambio. Esta crisis estuvo a punto de sepultar el modelo neoliberal impuesto por el Gobierno Militar, pero a principios de 1985 entró al equipo económico Hernán Buchi. Con la llegada de Buchi se le dio un nuevo impulso al modelo de mercado reanudando el crecimiento en la producción y el empleo, además de consolidar y profundizar las reformas liberales ya implementadas. El nuevo plan consistía en tener un ajuste fiscal riguroso del gasto público, una devaluación importante del peso para estimular las exportaciones no tradicionales, entre otras. Con ello, la inflación y la deuda externa bajaron tras su renegociación, lo cual dejó a Chile con una imagen de confianza y seguridad ante la comunidad internacional. Al Banco Central se le dio plena autonomía desde el año 1989.


"Lo mejor que le ha ocurrido a Chile"

Si bien los datos no son tan contundentes, ya que la economía estuvo a punto de colapsar y por lo tanto el modelo impuesto fracasar, frente a los problemas del mercado internacional se pudo mantener firme y sacar adelante un país desde la ventana de subdesarrollado a una economía emergente y segura. José Piñera, uno de los Chicago Boys, destaca que “ha sido lo mejor que le ha ocurrido a Chile, es errónea la noción de que el modelo, si bien está eliminando la pobreza, aumenta la desigualdad” aclara. “Para los que creemos que disminuir la pobreza - es decir aumentar el nivel de ingresos de los hogares más pobres - es el gran imperativo moral, el modelo ha funcionado maravillosamente bien”, añade.Las cifras demuestran que durante el período 1987-1996 el promedio de ingreso del quintil más pobre subió un 61%, mientras que el quintil más rico, un 58,5%. “Esto demuestra que los ingresos de todos los hogares suben en porcentajes importantes, y aquellos del quintil más rico, lo hace en menor proporción al más pobre”, concluye. Otro punto a considerar, es que el populismo latinoamericano ha planteado en bastantes oportunidades soluciones rápidas frente a la pobreza. Aumentar las remuneraciones por ley, incremento del gasto social y la elevación de los impuestos para lograr financiar las medidas previas. Sin embargo en 1971, la administración de Salvador Allende aumentó la remuneración real en un 22% y el gasto social en un 45%, lo que generó desequilibrios económicos insostenibles, alcanzando en 1973 una inflación de 605% y un déficit cercano al 25%. El modelo de libre mercado, utiliza la mecánica del “chorreo”, el que se entiende que al poseer una economía sólida, con índices macroeconómicos buenos, la bonanza abarcará a todos los sectores.



Objeciones al modelo

Las objeciones al modelo son bastantes y algunas muy bien fundamentadas, aunque hay otras – como la de la asociación con la desigualdad – que son refutadas por los economistas a favor del modelo. Roberto Muñoz, profesor universitario de economía, explica que “el dilema se funda en qué mientras nuestra economía crece, aún en un contexto de país en vías de desarrollo, el Estado debe dar las garantías para que la competencia de los mercados exista y persista”. Destacando que el debate que se ha formado, es muy enriquecedor, ya que está siendo acompañado de posturas técnicas, más que ideológicas. Entre los puntos negros se suele nombrar que el modelo es demasiado excluyente, concentrador de la riqueza y de los beneficios, dependiente de la economía internacional y muy frágil, por ser de libre mercado. Además se suma, la falta de regularización medioambiental que se posee, y que claramente fomenta las inversiones, pero con un alto costo para las futuras generaciones. “El debate sobre el modelo no tiene sentido alguno, porque no existe algo que se pueda plantear como el modelo chileno” señala Edgardo Barandiarán, economista y profesor de la Universidad Católica. “Esta debate está solo motivado por las elecciones y no tiene consecuencia alguna para lo que pueda hacer el próximo gobierno, como tampoco lo tuvo lo que se debatió antes de la elección del gobierno actual” concluye.

El Modelo alternativo

Los economistas y políticos que tienen un rechazo al libre mercado, proponen un modelo alternativo, que más que cambiarlo, propone modificar algunas especificaciones. Entre los puntos que sostiene esta teoría, se encuentran la modificación de tipo conceptual del modelo, no abandonar la economía de mercado, sino reubicarla para corregir las enormes desigualdades que – a juicio de ellos – produce el actual sistema. Para el senador socialista Jaime Gazmuri el modelo “debe ser permanentemente rectificado, porque el mercado genera desigualdad, por lo tanto, siempre tiene que haber un correctivo” afirma. Además, destaca lo que se ha avanzado, explicando que “estamos en un modelo de economía de mercado, y en los últimos diez años de la concertación se han hecho modificaciones en dos sentidos. El primer es que se generó este modelo en dictadura, y en democracia funciona con muchos correctivos. Y en segundo lugar, se han introducido un número muy grande de políticas sociales, que apuntan básicamente a una disminución de la pobreza” agrega. Los disidentes del actual modelo, dicen que los neoliberales confunden la estrategia de crecimiento basada en las exportaciones con la apertura económica indiscriminada y abrupta. La apertura es necesaria pero debe ser selectiva, gradual y debe apoyarse en las exportaciones industriales. No considerar las exportaciones como eje principal de crecimiento, y fomentar las exportaciones manufacturadas y de servicios, más que de materias primas y recursos naturales. Una reforma de Estado, que logre conseguir un equilibrio entre macroeconomía y bienestar social. “El actual modelo está basado demasiado en la explotación de nuestros recursos naturales, eso se debe cambiar” explica Gazmuri, añadiendo que “no podemos eliminar el mercado, quines ya intentaron, fracasaron en su intento”. Sin embargo, el senador destaca que el mercado actual posee un dinamismo, se encuentra regionalizado y como está orientado, provoca desigualdad. “Eso es lo que me distingue a mí de los liberales, creer que el mercado los soluciona todo, eso no es así” concluye.


*imagenes correponden a las web del Senado y a pbs.org


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