Por Pablo Gacitúa

Villanueva por su parte, feliz por la convocatoria, solo se limitaba a afirmar que no había preferencias en el grupo. Sin embargo, todos en el ambiente deportivo imaginaron que se trataría del jugador clave para Bielsa: como lo es Riquelme y Messi para Basile; Kaka para Dunga o Arturo Sanhueza para Borghi. En las apuestas era fijo en los partidos que la selección jugó en Europa contra Suiza y Austria.
Pero Bielsa diría lo contrario. Solo en el partido con Austria, puso a Villanueva ¡los 5 últimos minutos! en lo que poco y nada pudo lucir o demostrar su calidad. En esos momentos, los “comentaristas deportivos” de los medios nacionales, decían que era porque el Piña no debía demostrarle a Bielsa, porque el sabia lo que valía y que era fijo para la oncena titular de las eliminatorias.
Lo que ocurre con el volante es de cuidado, porque al joven jugador se le está relegando sin motivo. En su posición, se encuentra Matías Fernandez, quien si bien es un tremendo jugador, desde su traspaso al Villarreal que no actúa de buen nivel o del que mostraba cuando jugaba por
Colo Colo. Seguir dejando de lado a Carlos Villanueva es un error, porque las expectativas que se tienen de él son enormes y si Bielsa lo llama para solo entrenar, es preferible que lo deje jugar por su equipo, donde sí es valorado.
Así como se dice que a Gonzalo Fierro lo mató al sacarlo del partido con la albiceleste antes de finalizado el primer tiempo, hay que acotar que lo sucedido con Carlos Villanueva es lo mismo. O peor. Ya que Bielsa lo considera y lo ratifica para el duelo ante Perú en Santiago, pero al “pollo”
como el mismo lo bautizó, no aparece ni en las posibles formaciones. Es de esperar que no ocurra lo mismo que con David Pizarro, y Villanueva se aburra de la postergación y prefiera su puesto en su equipo ante una convocatoria a la selección.
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